Hacia el instante santo

Hace más de una década fui llevado por mi guía al encuentro con el texto titulado: "Un Curso de Milagros".
Dicho maestro interno, como lo denomina el propio curso,  me indicó igualmente realizar un trabajo que intenté en alguna medida.

La indicación concreta fue la de poner atención al concepto del tiempo dentro del texto, sugerencia  que aunque he intentado llevar a la práctica en alguna medida a lo lago de los años, es hasta ahora que siento el llamado igualmente a plasmar dicha encomienda de manera minuciosa.

Ya en aquellas primeras aproximaciones había quedado profundamente intrigado por afirmaciones como las siguientes:

  "El milagro es el único recurso que tienes a tu inmediata disposición para controlar el tiempo."

o bien

 "... El milagro substituye a un aprendizaje que podría haber durado miles de años ..."

Sería hasta apenas unos pocos años más adelante que, producto de una serie de revelaciones y experiencias directas, me empezaría a volver mucho más consciente de la profundidad con la que el curso trata dicha temática. De aquellas primeras revelaciones surgiría el texto titulado: Más allá del espacio-tiempo.

Asimismo en el texto titulado "alterar el tiempo lo suficiente como para poder superar sus leyes" detallo una experiencia especialmente significativa asociada justamente a una milagrosa trascendencia del espacio-tiempo vinculada a un ejercicio del propio curso. Una más de las tantas experiencias que, de una u otra manera, han sido parte de mi realidad y sobre las que he escrito, y que me han acompañado incluso desde mucho antes de acercarme a dicho texto y que igualmente han continuado ocurriendo durante los no pocos años que he dedicado al estudio sistemático y minucioso del mismo, contando ahora  con el entrenamiento mental ganado por medio de la practica cotidiana de los ejercicios.

Ambos, texto y ejercicios, han aportado un muy profundo y visionario soporte a la estructura de mi consciencia en cuanto a la percepción y la realidad.

Pasando a la encomienda en si, la palabra tiempo aparece repetida un total de 876 veces en el texto completo de "Un Curso de Milagros" (considerando los tres libros que lo conforman: Texto, Ejercicios y Manual para el Maestro), más las 102 veces que aparece alguna palabra asociada, con la raíz tempo como por ejemplo:  temporalmente, temporal, temporalidad, etc.. Igualmente podrían incluirse las palabras pasado (346), presente (208) y futuro (126), cuyas frecuencias de aparición se muestran entre paréntesis.

En este escrito no se pretende extraer todo aquel subconjunto, sino tan solo hacer un pequeño extracto que sirva para motivar al lector a hacer su propia lectura, en una invitación a acercarse directamente a la fuente original sin interpretaciones de terceros.

Por supuesto este mismo acercamiento podría intentarse con otras palabras cuya búsqueda actuaría a modo de "lupa" en la consciencia durante el estudio del curso. Como por ejemplo, la palabra mente (6760), o bien la palabra visión (408), muerte (506), etc., etc..

Considerando tan solo la palabra tiempo y sus asociadas, he aquí algunos extractos que darán al lector alguna idea de la profundidad de los conceptos con la que el texto aborda dicha temática.

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Un Curso de Milagros


1. EL SIGNIFICADO DE LOS MILAGROS

I. Principios de los milagros

15. ... El propósito del tiempo es que aprendas a usarlo de forma constructiva. El tiempo es, por lo tanto, un recurso de enseñanza y un medio para alcanzar un fin. El tiempo cesará cuando ya no sea útil para facilitar el aprendizaje.

19. ... Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de la eternidad, no las del tiempo.

25. Los milagros son parte de una cadena eslabonada de perdón que, una vez completa, es la Expiación. La Expiación opera todo el tiempo y en todas las dimensiones del tiempo.

47. El milagro es un recurso de aprendizaje que reduce la necesidad del tiempo. Establece un intervalo temporal fuera de lo normal que no está sujeto a las leyes usuales del tiempo. En ese sentido es intemporal.

48. El milagro es el único recurso que tienes a tu inmediata disposición para controlar el tiempo.  Sólo la revelación lo transciende al no tener absolutamente nada que ver con el tiempo


II.  La revelación, el tiempo y los milagros

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4. "Nadie viene al Padre sino por mi" no significa que yo esté en modo alguno separado de ti o que sea diferente, excepto en el tiempo, y el tiempo no existe realmente

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6. El milagro reduce al mínimo la necesidad del tiempo. En el plano longitudinal u horizontal el reconocimiento de la igualdad de los miembros de la Filiación parece requerir un tiempo casi interminable. El milagro, no obstante, entraña un cambio súbito de la percepción horizontal a la vertical. Esto introduce un intervalo del cual tanto el que da como el que recibe emergen mucho más adelantados en el tiempo de lo que habrían estado de otra manera. El milagro, pues, tiene la propiedad única de abolir el tiempo en la medida en que hace innecesario el intervalo de tiempo que abarca. No existe relación alguna entre el tiempo que un milagro tarda en llevarse a cabo y el tiempo que abarca. El milagro substituye a un aprendizaje que podría haber durado miles de años. Lo hace en virtud del reconocimiento implícito de la perfecta igualdad que existe entre el que da y el que recibe en la que se basa el milagro. El milagro acorta el tiempo al producir su colapso, eliminando de esta manera ciertos intervalos dentro del mismo. Hace esto, no obstante, dentro de la secuencia temporal más amplia.


V.  Plenitud y espíritu
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2. La decisión básica del que se ha decidido por el camino de los milagros es no esperar en el tiempo más de lo necesario. El tiempo puede causar deterioro y también puede desperdiciarse. El que obra milagros, por lo tanto, acepta gustosamente el factor de control del tiempo. Reconoce que cada colapso de tiempo nos acerca más a todos al punto en el que finalmente nos podemos liberar de él y en el que el Hijo y el Padre son uno. ...

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VII. Las distorsiones de los impulsos milagrosos 

El Amor de Dios, por un breve período de tiempo, todavía tiene que expresarse de un cuerpo a otro, ya que la visión es aún muy tenue.



2. LA SEPARACIÓN Y LA EXPIACIÓN

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II. La Expiación como defensa
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Puedes, sin embargo, ahorrar tiempo si no aplazas innecesariamente este paso. Un enfoque correcto lo acortará enormemente.

Antes de la separación los actos eran innecesarios porque no existía la creencia en el tiempo ni en el espacio

5. La Expiación se instituyó dentro de la creencia en el tiempo y en el espacio para fijar un límite a la necesidad de la creencia misma, y, en última instancia, para completar el aprendizaje. La Expiación es la lección final. El aprendizaje en sí, al igual que las aulas donde tiene lugar, es temporal.
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En este sentido la Expiación ahorra tiempo, pero al igual que el milagro al que sirve, no lo abole. Mientras siga habiendo necesidad de Expiación, seguirá habiendo necesidad de tiempo. Pero la Expiación, en cuanto que plan que ya se ha completado, tiene una relación única con el tiempo. Hasta que la Expiación no se complete, sus diversas fases evolucionarán en el tiempo, pero la Expiación en su totalidad se encuentra al final del tiempo.

6. La evolución es un proceso en el que aparentemente pasas de una etapa a la siguiente. Corriges tus previos tropiezos yendo hacia delante. Este proceso es realmente incomprensible en términos temporales, puesto que retornas a medida que avanzas