Éste es un día de silencio y de fe. Es un tiempo especial y muy prometedor en el calendario de tus días. Es un tiempo que el Cielo ha reservado para brillar sobre él y verter una luz perenne en la que se oyen ecos de la eternidad. Este día es santo, pues anuncia una nueva experiencia; una manera de sentir distinta y una conciencia diferente. Son muchos los días y las noches que te has pasado celebrando la muerte. Hoy vas a aprender a sentir el júbilo de la vida.
Éste es otro punto decisivo en el plan de estudios. Añadimos ahora una nueva dimensión: otra clase de experiencia que arroja una nueva luz sobre todo lo que ya hemos aprendido y nos prepara para lo que todavía nos queda por aprender. Nos lleva a las puertas donde finaliza el aprendizaje y donde captamos un atisbo de lo que se encuentra mucho más allá de lo que el aprendizaje puede lograr. Nos deja aquí por un instante, y nosotros seguimos adelante, seguros de nuestro rumbo y de nuestro único objetivo.
Hoy se te concederá tener un atisbo del Cielo, aunque regresarás nuevamente a las sendas del aprendizaje. Tu progreso, no obstante, ha sido tal que puedes alterar el tiempo lo suficiente como para poder superar sus leyes y adentrarte en la eternidad por un rato. Aprender a hacer esto te resultará cada vez más fácil, a medida que cada lección, fielmente practicada, te lleve con mayor rapidez a este santo lugar y te deje, por un momento, con tu Ser.
Él dirigirá tu práctica hoy, pues lo que estás pidiendo ahora es lo que Su Voluntad dispone. Y al haber unido tu voluntad a la Suya en este día, es imposible que no se te conceda lo que estás pidiendo. No necesitas más que la idea de hoy para iluminar tu mente y dejar que descanse en tranquila expectación y en sereno gozo, desde los cuales dejas atrás rápidamente al mundo.
A partir de hoy, tu ministerio adquirirá un genuino fervor y una luminosidad que se transmitirá desde tus dedos hasta aquellos a quienes toques, y que bendecirá a todos los que contemples. Una visión llegará a todos aquellos con quienes te encuentres, a todos aquellos en quienes pienses y a todos aquellos que piensen en ti. Pues la experiencia que has de tener hoy transformará tu mente de tal manera que se convertirá en la piedra de toque de los santos Pensamientos de Dios.
Tu cuerpo será santificado hoy, al ser su único propósito ahora iluminar el mundo con la visión de lo que has de experimentar en este día. Una experiencia como ésta no se puede transmitir directamente. No obstante, deja en nuestros ojos una visión que podemos ofrecerles a todos, para que puedan tener lo antes posible la misma experiencia en la que el mundo se olvida calladamente y el Cielo se recuerda por un tiempo.
A medida que esta experiencia se intensifica y todos tus objetivos excepto éste dejan de ser importantes, el mundo al que retornas se acerca cada vez más al final del tiempo, se asemeja un poco más al Cielo en todo y se aproxima un poco más a su liberación. Y tú que le brindas luz podrás ver la luz con más certeza; la visión con mayor nitidez. Mas llegará un momento en que no retornarás con la misma forma en la que ahora apareces, pues ya no tendrás más necesidad de ella. Pero ahora tiene un propósito, y lo cumplirá debidamente.
Hoy nos embarcamos en un viaje con el que jamás has soñado. Pero el Santísimo, el Dador de los sueños felices de la vida, el Traductor de la percepción a la verdad, el santo Guía al Cielo que se te ha dado, ha soñado por ti esta jornada que emprendes y das comienzo hoy, con la experiencia que este día te ofrece para que sea tuya.
En la Presencia de Cristo hemos de estar ahora, serenamente inconscientes de todo excepto de Su radiante faz y de Su Amor perfecto. La visión de Su faz estará contigo, pero llegará un instante que transcenderá toda visión, incluida ésta, la más sagrada. Esto es algo que jamás podrás enseñar porque no lo adquiriste a través del aprendizaje. No obstante, la visión habla del recuerdo de lo que supiste en ese instante, y de lo que, sin duda, habrás de saber de nuevo.
Leccíon 157: En Su Presencia he de estar ahora
UN CURSO DE MIILAGROS
Testimonio personal de una profunda experiencia milagrosa:
Si bien con permanente ayuda, compañía y guía Superior, atravesaba por una difícil etapa de duelo (asociada a una reciente separación de pareja) y me encontraba en una condición bastante cercana a la de un ermitaño. Por lo mismo pasaría mi primera Navidad (y año nuevo) totalmente solo en el Valle Sagrado de Tepoztlán, en una muy hermosa y pequeña cabaña ubicada en las faldas del Cerro de la Miel, a la que había sido enviado.
Por las fechas (y mi circunstancia personal), sentí que mi "celebración" debería ser un íntimo ritual con el texto de "Un curso de milagros", el único libro que conservaba.
La noche buena del 2010, un poco antes de la media noche, abrigado por una manta hindú de lana que desde hacía años utilizaba para meditar y realizar diversos ejercicios de naturaleza espiritual, me acomodé sentado en flor de loto en el sillón de la recámara con el libro frente a mi.
Hice una breve oración mental solicitando guía, como suelo hacerlo desde hace décadas antes de iniciar algo, y abrí el libro. "Al azar" como se dice comúnmente, siendo la intención consciente ponerlo en las manos de Dios.
Los párrafos que se manifestaron fueron los del ejercicio 157 arriba transcrito. Un auténtico regalo profundamente significativo y, desde entonces, una presencia permanente en mi realidad.
Leí en silencio y, siguiendo las indicaciones de mi maestro interno más bien de manera inconsciente, sin ninguna expectativa ni buscando lograr algo en concreto, cerré los ojos visualizando y agradeciendo a todas las personas y seres asociados de una manera u otra a las diferentes etapas de "mis vidas".
En algún momento en medio de aquella recapitulación mi consciencia dejó este plano y se desplazó más allá del espacio-tiempo común. Solo hasta mi "regreso" de aquella profunda experiencia que internamente había sido atemporal, dentro del tiempo sin tiempo, del no tiempo o la eternidad. me percataría que habían transcurrido algunas horas. Era ya Navidad.
Varios días despues y sin esperarlo en absoluto, algunas personas, muy lejanas físicamente y a quienes no había visto desde hacía muchos años, de pronto sentían la necesidad interna de contactarme por medio de Internet para narrarme que días atrás, en medio de su cotidianidad (algun@s de ell@s incluso en medio de situaciones difíciles, sin yo saberlo), me habían sentido con ell@s, o bien que había aparecido en medio de sus sueños.
Entre ellas una mujer canal con el don de la visión que específicamente afirmaba haberme visto "físicamente" a su lado, razón por la cual me escribía.
Milagrosas experiencias de Unicidad, comprensibles tan solo desde la fé.
Aquellos múltiples testimonios sincrónicos entregados de manera espontanea, despertaron en mi interior la necesidad de releer el texto de aquella noche nuevamente con especial cuidado. Encontrando en sus párrafos una confirmación que relacionaba de manera clara y contundente los eventos antes relatados con lo expresado a modo de promesa en el propio ejercicio.
... Este es otro punto decisivo en el plan de estudios.
una nueva experiencia ... y una conciencia diferente ...
una nueva experiencia ... y una conciencia diferente ...
Hoy se te concederá tener un atisbo del Cielo ...
Una visión llegará ... a todos aquellos en quienes pienses.
... la experiencia que has de tener hoy transformará tu mente
... la experiencia que has de tener hoy transformará tu mente
en la que ahora apareces, pues ya no tendrás más necesidad de ella.
Cerca de uná década más adelante, en la novela titulada "La Dama Azul" de Javier Sierra, encontraría una vez más, confirmacions de muchas de mis propias experiencias y llamados por medio de sueños y visiones, maerializaciones, etc., que me habían dado guía durante décadas. Incluida la anteriormente relatada experiencia de "bilocación".
El siguiente párrafo, extraido de la ya antes citada novela, hace referencia a ese tipo de experienciad y dice texualmente:
Por aquellos mismos años recibiría la extraodinaria visita de Katharine Drexel, una mujer del pasado. Más adelante, poco a poco iria siendo contactado por diferentes enviados. Capaces de viajar entre dimensiones, o bien viajar por entre el espacio-tiempo y hasta de traspazar el velo de la muerte.
"... una estirpe de Hombres Sagrados, instruidos desde la noche de los tiempos en el arte de hablar con los espíritus.
... he podido reunirme con antepasados fallecidos ... , recibiendo de ellos sus enseñanzas o escuchando con mis propios oídos su sabiduría.
... he podido caminar por el sendero que todos recorreremos algún día al morir, y he visto con los ojos del alma la enorme diversidad de seres que pueblan esos territorios. Seres que si decidieran tomar cuerpo físico podrían caminar entre nosotros dos sin que nos apercibiéramos de su naturaleza superior, y que incluso podrían modificar el rumbo de nuestra conversación, o de nuestra vida entera, si ello figurara en sus planes.
... somos capaces de transgredir el orden del tiempo. Durante nuestros viajes más allá de nuestro cuerpo entramos en un mundo donde el pasado, el presente y el futuro se confunden."
La Dama Azul (Javier Sierra)
No soy un cuerpo, soy libre
Ejercicio 199. Un Curso de Milagros